Interstella 555 : The 5tory of the 5ecret 5tar 5ystem (Kazuhisa Takenouchi, 2003)


La animación y la música han ido siempre de la mano. Desde que el cine daba sus primeros pasos, son dos disciplinas que siempre se han mezclado. Betty boop o Mickey Mouse, tuvieron comienzos eminentemente musicales y es algo que ha perdurado hasta nuestros días, donde no es raro que el cine de animación contenga una presencia musical muy alta.

Y a pesar de ello, el número de películas de animación que surgen directamente de artistas musicales no es tan habitual. El proceso suele ser el inverso: las empresas de animación deciden la dirección que va a tener su película y plantean a los músicos una colaboración.

Interstella 555 es uno de esos raros casos. En el año 2000, cuando el popular grupo francés de música electrónica Daft Punk estaba trabajando en su nuevo disco "Discovery", empezó a surgir en ellos la idea de estructurarlo como si se tratase de una narración, y la posibilidad de adaptarlo como una película de dibujos animados.


El dúo musical era un gran fan de Albator  (Capitán Harlock) y pensaron que unir su música a ese estilo visual sería una combinación perfecta. Se trasladaron a Japón y se reunieron con Leiji Matsumoto (Harlock, Galaxy Express 999) para mostrarle la música y la historia que querían contar. El autor japonés se mostró muy entusiasmado por el proyecto y aceptó.

Con un presupuesto de 4 millones de dolares se realizó el proyecto a lo largo de más de 2 años. Aunque fue distribuida por Virgin, toda la labor de producción la ejercieron los propios Daft Punk, a través de su compañía Daft Life LTD. con la mítica Toei Animation del lado japonés... dando lugar a una coproducción franco-japonesa. Fue una labor complicada por la distancia geográfica, los numerosos viajes de un lado a otro y por el hecho de que parece ser que en Toei solo había un japonés que pudiese hacer de intermediario lingüístico.

 El resultado final es una mezcla del estilo visual propio de los 70 de Matsumoto, una historia sencilla y directa que se sigue con mucho interés, y la música electrónica con guiños retro de Daft Punk. Todo conjunta perfectamente y forma una de las experiencias audiovisuales mas memorables de principios del siglo XXI.


La historia tiene que ver con los miembros de un grupo alienigena de música que son secuestrados por un magnate de la industria musical y convertidos en una banda pop humana de gran éxito, lavandoles el cerebro. Además de esa conversión, el film sigue los pasos de un solitario piloto espacial que es fan de la banda original y trata de descubrir que les ha pasado y ayudarles.


Las letras de las canciones casan perfectamente con la historia, y no cuenta con dialogo alguno. La historia creada por Daft Punk es sencilla y en ningún momento pretende ser nada más que una parábola sobre la industria musical. La verdad es que para tener estructura de videoclips enlazados, las transiciones están bastante bien llevadas.

Tuvo un éxito considerable, sobre todo porque 4 de las canciones se fueron lanzando antes con sus segmentos animados actuando a modo de videoclips independientes. Lo peculiar que es ver un grupo moderno de primer nivel, con una estética y estilo visual tan retro, llamó mucho la atención y probablemente haya hecho mucho por la imagen actual de ambas partes. Es un resultado tan característico e inimitable, que pasan los años y cuesta pensar en cosas similares.


Volviendo a la labor de Leiji Matsumoto, cuya implicación al parecer fue casi absoluta, figura en los créditos como supervisor visual y diseñador de personajes. Su estilo impregna todo el metraje más allá de los diseños: los juegos de luces y colores, los conceptos espaciales que maneja, esa especie de romanticismo propio de otra época, la lucha por los ideales tan habitual de sus personajes... todo es muy familiar respecto a la obra anterior de Matsumoto.

Hay que puntualizar, eso si, que Matsumoto no es el director. No es una posición que él suela ocupar, así que se encargó de ello un veterano de la Toei llamado Kazuhisa Takenouchi, que cumplió con solvencia la tarea, probablemente teniendo que aceptar la visión de los dos pesos pesados de la producción.


Se publicó en dvd en 2003. Por España se podía ver en grandes almacenes (normalmente como producto de importación a precios no muy recomendables). La ausencia de diálogos hace muy fácil la compra de casi cualquier edición.

En 2011 se publicó en algunos países (no España) en formato blu-ray. Y desgraciadamente con este hay malas noticias. Contó con una imagen muy mejorable que apenas era identificable respecto al dvd, y no añadía nada significativo. El blu-ray va en HD , pero no contiene un aumento significativo de detalle en la imagen, así que sirve de poco. En caso de que alguien busque la película... recomiendo encarecidamente conformarse con el (más barato) dvd.

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