Shin Sekai Yori (From the new world): Novela, Anime (Masashi Ishihama - 2012) y Manga (Toru Oikawa - 2012)

Cualquiera que siga este humilde blog sabe que esta serie animada de 2012 ha recibido mis alabanzas ya varias veces. Sin embargo, hasta ahora no me había puesto seriamente a hacer un artículo como se merece.


La novela

Aunque muchos hemos llegado a esta historia a través de su versión animada, su origen real es una novela escrita por el prestigioso autor Yusuke Kishi en 2008.

Kishi ganó con ella el Nihon SF Taisho Award en ese mismo año, y venía de haber recibido algunos otros premios previamente por sus novelas de misterio y terror.



El Anime

La adaptación corrió a cargo de A-1 Pictures y el proyecto fue dirigido por Masashi Ishihama, un hombre muy prolífico en Japón que hasta entonces se había dedicado casi en exclusiva a labores técnicas de primer nivel (director de animación, cuadros clave, diseñador...) y había dirigido algún episodio suelto en múltiples series. Finalizó ya entrado en el 2013 (marzo) con un total de 25 episodios. La historia queda totalmente cerrada y adapta completamente la novela original.

A pesar de que la serie arranca 1000 años en el futuro, la sociedad que plantea dista mucho de ser tecnológicamente avanzada. Mucho tiempo antes ocurrió un suceso gigantesco que hizo que la humanidad revertiese a un estado muy anterior, y como consecuencia, los personajes se mueven en un mundo muy rural, casi medieval.


La protagonista es Saki. Cerca de su 12 cumpleaños, algo que no puede controlar ha despertado dentro de ella, una especie de capacidad psíquica muy potente. Sus padres se alegran por ella (estaban muy preocupados de que hubiese podido no ocurrir) y pasa a formar parte de un extraño ritual de iniciación. Tras la ceremonia empieza a ir a clase con algunos antiguos compañeros que ya habían "despertado" previamente, donde les enseñan a focalizar y usar sus recién adquiridas capacidades.

La serie tiene un constante aire de misterio y secretismo. El grupo de personajes protagonista (los amigos de Saki son personajes principales también) descubre muy pronto que en esas clases y en todo lo que rodea el pueblo, hay demasiadas cosas que no tienen demasiado sentido. Sin  ir mas lejos, en los primeros episodios, se encuentran con la misteriosa desaparición de una compañera de clase, que estaba teniendo serios problemas con su aprendizaje. Y nadie parece querer explicarles nada.


A lo largo de los sucesivos capítulos iremos viendo las pesquisas, aventuras y averiguaciones de Saki. No voy a entrar en terreno de spoilers, pero si quiero mencionar que la serie es altamente inteligente en los temas que trata, y que estos incluyen: la libertad controlada, la represión mediante la educación, la sexualidad como forma de control, la violencia, la evolución de las sociedades y los cambios generacionales.


Cuenta con una ambientación sobresaliente y una atmósfera medida al milímetro. Es de esas series que logra tener un estilo propio muy marcado, lo abraza sin complejos y sale bien parada.

Aunque considero que es la mejor serie de los últimos años, no está exenta de problemas:

-La animación es brutalmente irregular. Oscila entre lo excelente y lo muy muy pobre (sobre todo el episodio 5). La compañía por entonces estaba haciendo varias series de primer nivel y parece claro que los recursos destinados a esta producción eran escasos (probablemente la mayor parte iban a parar a Sword art online).

-Aunque Ishihama era el director general de la serie, los episodios fueron dirigidos por hasta 7 personas diferentes, cosa habitual en la industria. Lo llamativo de este caso es que no solo cambia el estilo de dirección, sino que el estilo artístico cambia varias veces. Incluso algunos diseños de personajes pueden parecer diferentes de un episodio para otro.

Por poner un ejemplo: Shigeyasu Yamauchi. Fue anteriormente el director de Casshern Sins y quienes recuerden su estilo visual reconocerán rápidamente los episodios que dirigió de Shin Sekai Yori. Verán rápidamente que suponen un cambio bastante notable con respecto al resto de episodios.


Pero más allá de estos vaivenes y algún pequeño problema puntual de ritmo (sobre todo a mitad del primer arco argumental), lo que queda es una serie bastante memorable que se mueve en terrenos imprevisibles. La historia es fascinante, la intriga y revelaciones muy satisfactorias, y los temas que trata son difíciles de encontrar en otras series. Más que en la acción, la serie se fundamenta en diálogos y atmósfera, cosa que no suele ser del agrado de todo el mundo (indicar también que es notablemente oscura en partes, y contiene escenas violentas bastante contundentes).

La serie triunfa a base de buen gusto, inteligencia y saber tener una personalidad propia notable. Así que me reitero una vez más: una de las mejores series que ha dado Japón en los últimos años, aunque esté destinada a ser bastante minoritaria.



El Manga

Antes del anime la obra también tuvo una adaptación al manga a comienzos de 2012. Terminó este pasado verano recopilándose en 7 volúmenes.

El autor de esta versión fue Toru Oikawa, elección que ha condicionado negativamente el resultado. Aunque como adaptación de la historia es más que correcto, el estilo de dibujo por momentos traiciona el tono e intención inicial.

Hasta donde he buscado, este era el primer gran trabajo serio del autor. No se que tipo de trayectoria anterior había seguido, pero mientras el anime optaba por mostrar ligeramente lo que ocurría en el apartado sexual, el manga opta por bordear el estilo presente habitualmente en el Hentai (pornografía). Es un cambio radical que puede crear una barrera insalvable entre el contenido y el lector, porque parece poner las prioridades en los lugares equivocados.


Los diseños son algo más estándar que los del anime y también adolecen de lo mismo, su sexualización es difícil de ignorar, sobre todo teniendo en cuenta que al comienzo de la historia tienen 12 años. No es que el dibujo sea malo, simplemente uno acaba con la sensación de que el autor ha tirado directamente por potenciar las escenas más gratuitas, de forma explícita y obvia, en vez de tener un acercamiento más realista o sutil. Y tampoco digo que sean cosas inventadas (hasta donde sé, creo que salen de la novela), sino que su representación y ejecución resultan muy poco maduras y serias para lo que es el tono general de la historia.

Si uno es capaz de pasar por alto (o no le molestan especialmente) esos problemas, se encontrará con una adaptación bastante decente, que en algunas cosas se explica mejor que el anime, y en otras peor. Personalmente esas decisiones me distraen demasiado de la propia historia y me impiden disfrutar plenamente de ella.

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